NESTOR MUX
Las escobas, las sartenes, las plantas,
las camisas fueron dejando de ser reales
debajo de una lluvia remota
de dìas sencillos y mejores.
Desde entonces el pañuelo blanco
quedò anudado a las cabezas
como una certeza abrièndose paso
y de pie sobre sus propias ruinas
de todas las obstinaciones posibles
ninguna otra màs natural y màs feroz.
Porque al negarse a creer
que sòlo la ausencia sea centro de la vida
no se cansan estas madres
de insistir por sus desaparecidos
mientras còmplices y verdugos
-en espacios diferentes de un mismo infierno-
no se cansan de cerrar las puertas
ESTAS MADRES
Las escobas, las sartenes, las plantas,
las camisas fueron dejando de ser reales
debajo de una lluvia remota
de dìas sencillos y mejores.
Desde entonces el pañuelo blanco
quedò anudado a las cabezas
como una certeza abrièndose paso
y de pie sobre sus propias ruinas
de todas las obstinaciones posibles
ninguna otra màs natural y màs feroz.
Porque al negarse a creer
que sòlo la ausencia sea centro de la vida
no se cansan estas madres
de insistir por sus desaparecidos
mientras còmplices y verdugos
-en espacios diferentes de un mismo infierno-
no se cansan de cerrar las puertas
NESTOR MUX