JOHN J. JUNIELES
PASABA YO POR LOS DÍAS
Pasaba yo por los días, amor,
cruzaba la vida urgente
como el viento llevando semillas
y también males a futuros enfermos.
Mi alma de acróbata reducida
a un autobús cruzando lugares
donde todavía se escucha
la radio con los ojos cerrados.
Todo pesaba, amor,
como si hubieran pasado siglos,
aunque para el resto sólo fuera un instante,
un día más sobre la tierra de nuestros
padres.
Y parece que todo se venía abajo,
amor, pero a mí, heredero de nada
en particular, también le llegó su hora
para la buena suerte.
Ahora no me sale decir adiós,
amor, no me sale,
respiro hondo, sigo adelante,
basta recordarte
para perdonar al mundo.
PASABA YO POR LOS DÍAS
Pasaba yo por los días, amor,
cruzaba la vida urgente
como el viento llevando semillas
y también males a futuros enfermos.
Mi alma de acróbata reducida
a un autobús cruzando lugares
donde todavía se escucha
la radio con los ojos cerrados.
Todo pesaba, amor,
como si hubieran pasado siglos,
aunque para el resto sólo fuera un instante,
un día más sobre la tierra de nuestros
padres.
Y parece que todo se venía abajo,
amor, pero a mí, heredero de nada
en particular, también le llegó su hora
para la buena suerte.
Ahora no me sale decir adiós,
amor, no me sale,
respiro hondo, sigo adelante,
basta recordarte
para perdonar al mundo.